Este mes, tuve la oportunidad
de releer un maravilloso libro titulado La lluvia sabe por qué por María
Fernanda Heredia.
Este libro me gustó muchísimo
la primera vez que lo leí, sin embargo, cada vez que lo leo me gusta todavía
más, ya que tiene una trama llena de drama, de suspenso y enseñanzas.
Tiene un lenguaje claro y
entendible, que relata la historia de dos personajes cautivadores, con los que
te empiezas entendiendo al principio y terminas amando al final de la historia.
Por ser un libro cuya historia se desarrolla
en la época de la secundaria y adolescencia de ambos personajes, con edades
relativamente parecidas a las nuestras, y con situaciones a las que estamos
expuestos en nuestra vida con las que nos podemos identificar, hace que el
libro sea interesante para el público juvenil y que aparte de entretenernos,
nos enseñe cosas sumamente importantes, llenas de valores y lecciones de vida.
Dentro de muchas escenas
rebosantes de emociones que se encuentran en el libro tengo dos favoritas:
La primera, es cuando en medio
de la tormenta, están atrapados en la casona vieja Delfina, Lucía y Antonio, y
después de muchas horas en vela, Delfina se rinde ante el sueño.
En ese momento, Antonio y
Lucía están platicando, y Antonio le confiesa que ella es su salvavidas, y ella
no lo puede creer, ya que está sumergida en muchos problemas provocados por el
acoso y abuso de poder, de los que Antonio no sabe.
Lucía cree, que si el supiera
en lo que está metida, dejaría de verla de la misma forma; pero lo que no sabe,
es que él está enamorado de ella de una forma tan real y tan verdadera, que
nada puede hacerlo cambiar de parecer; y que si ella lo dejara, también podría
ser su salvavidas.
Esa parte me encanta, ya que
se me hace una parte romántica en la que los personajes por fin se conocen de
forma íntima, y en esa parte, la soledad que ambos sienten se va esfumando poco
a poco.
Mi segunda favorita es cuando casi al final del libro,
Antonio habla por medio de una videoconferencia en un café internet con Alba (su
mamá) y le cuenta todo; los malos tratos
de sus tíos, su falta de asistencia en natación y que su tía lo corrió de la casa y ya no tiene
hogar.
Este parte me gusta muchísimo ya que es la primera vez en
la historia desde que su mamá se fue a España en que son honestos el uno con el
otro, lo que reestablece la buena comunicación que tenían.
La historia empieza hablándote de las tristes situaciones
que viven dos adolescentes; Antonio y Lucía, que al parecer no tienen nada que
ver, pero conforme avanza la historia te vas dando cuenta de lo mucho que
tienen en común sus situaciones, sus emociones y sus personalidades.
Por un lado, en la historia de Antonio, se encuentra su
mamá llamada Alba, su tía Beatriz, el esposo de su tía Norberto, su primo Leo y
su entrenador de natación.
En la historia de Lucía se encuentra su hermana Bárbara, su
abuela, su mamá la señora Faicón, su papá el señor Faicón, sus amigas Vera,
Cecilia y Renata, Álvaro Herreros, la directora y la psicóloga.
Delfina, es un personaje que aparece primero en la historia
de Lucía, pero que aparece en ambas historias.
Lucía enfrenta burlas, acoso, y gravísimas faltas de
respeto en la escuela debido a que en una pijamada sus amigas jugándole una
broma le toman una foto mientras se cambia en la que aparece su torso desnudo y
sin querer la envían a su primer contacto: Álvaro Herreros, quien se encarga de
difundirla por muchos medios y después decir que el no lo hizo.
Culpan de todo a Lucía, sin tomar en cuenta las faltas de
respeto que está sufriendo, las amenazas y las burlas, todo para que la escuela
y los padres de los involucrados se laven las manos, y que la situación tenga
culpable.
Antonio, que vive en casa de su tía Beatriz con su esposo Norberto, (quien se cree un grandísimo escritor con un gran intelecto) y su primo Leo ya
que su mamá está en España tratando de juntar dinero para así poder regresar y
que ella y Antonio tengan una mejor vida, pero mientras eso sucede, Antonio
tiene que aguantar las constantes agresiones físicas, insultos y malos tratos
por parte de su tío, quien cada día se esmera más en hacerle la vida imposible
a su sobrino, haciendo insinuaciones sexuales referentes a su madre, quitándole
su computadora, privándolo de su deporte, robándole el dinero que su madre
enviaba para sus gastos y obligándolo a limpiar sus cajones personales para así
poder “pagarle” a sus tíos “todo” lo que le han dado.
La historia termina con la resolución de los problemas de
ambos, y un final feliz que ambos personajes principales se tenían merecido.
Lucía, con la ayuda de Delfina, redacta una carta en la que
informa del fuerte acoso que sufrió en su escuela, de como sus autoridades
escolares la culparon de todo y no la tomaron en cuenta, explicando toda la
situación por la cual pasó. Delfina la lleva a la casa de Álvaro Herreros,
quien le había propuesto a Lucía que fuera a su casa a “divertirse” y se
acabarían los problemas de acoso en la escuela; y le entrega en un sobre una copia de la carta ella y una hoja en la que
le informa a Álvaro que no acepta su propuesta de diversión.
Después de estar percibiendo la voz y los consejos de su adorada abuela cuando más la necesitaba, Lucía la escucha por última vez y se despide de manera definitiva de la abuela después
de estarla escuchando con el viento.
Después de la tormenta Delfina le ofrece a Antonio que se
quede unos días en su casa en lo que se comunica con su mamá para informarle de
lo ocurrido.
Antonio habla con su mamá y le cuenta todo, ella le promete
que esta será la última vez que harán maletas, y también le promete que se
verán en unos días.
En la última escena del libro, Antonio le pregunta a Lucía
sus tres palabras del día…
“Al rato un mensaje de texto apareció en su teléfono y la
sacó de su tristeza. El mensaje decía: “¿Tus tres palabras del día?”
Lucía sonrió y, aunque todavía no era lo suficientemente
ágil en el juego, supo que su primera palabra sería Antonio. Las demás palabras
bonitas que contaran su día ya las irían descubriendo juntos…”
Esta maravillosa obra, escrita por la excelente autora María
Fernanda Hereida que nació en Quito, Ecuador, en 1970.
Es escritora, ilustradora y diseñadora gráfica.
Ha publicado más de veinte libros dirigidos a niños y
jóvenes.
Entre sus publicaciones más difundidas están Amigo se
escribe con H; que la hizo acreedora al premio Norma Fundalectora 2003; Cupido
es un murciélago, Foto Estudio Corazón y El mejor enemigo del mundo.
Y sin lugar a dudas, esta obra es una de sus mejores obras.
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